Aldeas Históricas Transfronterizas

María Pérez de Arenaza

 

 

 

En este viaje vais a sumergiros en un remanso de paz y de hospitalidad de pequeños y singulares pueblos donde organizamos encuentros con sus gentes para acercaros su cultura y su entorno, además de visitar el patrimonio histórico, arquitectónico, natural y gastronómico que custodia cada pueblo con el afán de salvaguardar y divulgar un legado único y apasionante de la Península Ibérica.

 

Y al atardecer de relax en encantadores alojamientos con alma rodeados de naturaleza, bajo cielos estrellados, donde sus anfitriones se volcarán en ofreceros una profunda sensación de bienestar por el paraje donde se encuentran, sus acogedoras estancias, sus deliciosas comidas caseras y grandes momentos de conversación. Su hospitalidad está arraigada al territorio y saben transmitirlo.

 

Os proponemos una ruta que incluye aldeas portuguesas y aldeas españolas. Pero la posibilidad de combinaciones son muy variadas, según vuestros tiempos, la temporada y la disponibilidad de vuestr@s anfitrion@s. 

 

 

Lado español, Sierra de Gata Occidental.

 

Trevejo (Bien de Interés Cultural y recientemente declarado uno de Los Pueblos Más Bonitos de España) es una micro aldea con una arquitectura tradicional medieval muy bien conservada, que permanece congelada en el tiempo junto a las ruinas de un castillo defensivo sobre una imponente atalaya desde donde se divisa el occidente serragatino. Fue plaza fuerte de la Orden de San Juan de los Hospitalarios y cobijo de los bandoleros de Fernán Centeno. El castillo fue bombardeado por las tropas napoleónicas en el siglo XIX y, desde entonces, ha quedado abandonado a su suerte, pero la belleza de sus ruinas lo ha convertido en un icono de la Sierra. 

(La fortaleza forma parte de la LISTA ROJA de Hispania Nostra).

 

 

San Martín de Trevejo, también Bien de Interés Cultural y uno de  Los Pueblos Más Bonitos de España, es uno de los tres pueblos del valle del Jálama o val de Xálima, donde sus habitantes aún hablan a fala, una lengua de raíz galaico-portuguesa, todo un tesoro lingüístico. Aparte de este patrimonio inmaterial, nos detendremos en su excelente arquitectura y urbanismo rurales con sus "arroyus para regar los corrais" con el agua que baja del Val de Xálima, sus calles empedradas, casas palacio, la porticada Plaza Mayor y la interesante iglesia parroquial de San Martín de Tours que guarda unas tablas del pintor extremeño Luis de Morales "El Divino" (s. XVI).

 

 

Santibáñez el Alto, encaramada en la cumbre de la Sierra de San Martín sobre laderas abruptas entre berrocales de granito, robles y retamas. Santibáñez es el gran mirador a las tierras del Alagón desde donde se divisa Portugal,  la zona de La Raya,  Gredos, Las Hurdes y parte de Sierra de Gata. Allí  se levantó la mayor fortificación defensiva de la Sierra de Gata de origen árabe y reconstruida en los siglos XI y XII. Parte de la fortaleza sigue en pie y poco a poco  se va recuperando, con gran empeño por parte del pueblo.

 

 

Y a sus pies un paraje de dehesa muy especial, los Pajares de Santibáñez el Alto, declarado Bien de Interés Cultural por su valor etnológico, un paisaje bucólico rico en manantiales, fuentes y abrevaderos, dehesas con acebuches centenarios donde pastan vacas y caballos entre antiguas construcciones comunales dedicadas a establos, cuartos de aperos y pajares, algunas todavía en uso.

Muy cerca se encuentra el Pantano de Borbollón, donde acuden a pasar la noche las grullas durante el otoño e invierno. Un espectáculo.

 

 

 

Además de las visitas guiadas a estos encantadores pueblos, os ofrecemos encuentros con fabulos@s embajadores de la Sierra de Gata.

 

o Como es el caso de Daniel quien se ocupa de una preciosa finca familiar con un olivar que da la Manzanilla Cacereña autóctona de la zona, con la que elabora su premiado aceite de oliva virgen extra, también con viñedos históricos  y un ganado que pasta en extensivo junto a una antigua casona modernista y una pequeña ermita.

 

 

o Laura que puso en marcha La Finca de La Felicidad, a los pies de Castillo de Trevejo, con más de 70 especies de aromáticas, frutales y bosque. Una ocasión para pasar un buen rato entre plantas y flores y con una gran historia de emprendimiento detrás. Tras el paseo por la finca, Laura os llevará a compartir una experiencia gastronómica en el pueblo de Acebo con productos locales y plantas aromáticas.

 

 

o Miguel, criador, junto a su padre, de vacas de la raza Berrenda en Colorado y de la oveja Merina Negra (su rebaño da una de las mejores lanas). Dos razas autóctonas en peligro de extinción, que pastorean en extensivo por preciosos parajes de la sierra para mantener el terreno y  prevenir incendios. Un ganadero al que le corre por la venas la sangre de sus abuelos, pastores trashumantes.

 

 

o La Almazara As Pontis con sus galardonados aceites de Oliva Virgen Extra de manzanilla Cacereña con DO Gata-Hurdes. Olivar de montaña de una calidad extraordinaria. Un proyecto de la familia Carrasco Lajas que nace con el propósito de rescatar la manzanilla Careceña. La almazara trabaja con sus propias olivas y también con olivas de los agricultores de la zona. Un gran momento para vistarla es en época de cosecha con la llegada de los camiones. Parte de su filosofía es recuperar y divulgar la cultura del aceite en la Sierra de Gata y conservar el olivar tradicional de secano tan singular del paisaje cacereño. Tienen, en la alamzara, un precioso museo etnológico dedicado a la cultura del aceite de la comarca y, muy cerca, un restaurante y alojamiento en lo que fue una vieja fabrica de mantas, de aceite, de orujo y de jabón, que encontró la familia en estado de abandono, pero con unas preciosas columnas en pie.

 

o Atravesando un bosque de pinos en el entorno de Valverde del Fresno, llegamos a la casa taller de Ángel donde trabaja el esparto con una gracia que le viene innata y una técnica que aprendió en Granada de la mano de una  espartera de toda la vida. Es su forma de reconectar con la naturaleza, con la cultura de la zona y con uno mismo. "He sido jardinero toda mi vida y, ahora, mi jardín es una planta seca, un manojo de fibra", nos dice Angel. A su lado su hermana Almudena, que se ocupa de divulgar su trabajo y ayudarle cosiendo, cuando está sobrepasado. Una pequeña empresa familiar en la que también participan su madre y su padre, carpintero.

 

o También merece una visita al proyecto de Erika y José con su rebaño de cabras y su quesería donde elaboran de forma artesnal uno de los quesos más apreciados de la comarca

 

Al atadecer, si es época de grullas, no os podéis perder el espectáculo de bandadas de grullas llegando a su dormidero en el Pantano de Borbollón, muy cerca de los Pajares de Santibañez.

 

 

Y si no es época, tarde de relax en el hotel. Os proponemos alojaros en un antiguo molino hidraúlico reconvertido en un precioso hotel boutique. En este hotel puso todo su empeño un norteamericano de Tejas, que de tanto pasar en su juventud por tierras extremeñas se quedó prendado del lugar y se volcó en la búsqueda de un antiguo edificio en ruinas con la intención de reformarlo. Su propietario junto a su mujer, artista, han decorado el hotel con mucho gusto con la intención de transmitir un profundo bienestar. Un lugar que quiere ir más allá del servicio de alojamiento y restauración, su intención es reactivar la ruta de molinos hidrúalicos de la zona  e impulsar el folclore de la zona.

 

 

O en un lugar junto a un olivar y una dehesa fabulosos con su propia almazara, su raza de vacas única en el mundo, un rebaño de merinas y aves que se acercan a beber al pantano de la finca. Este imponente lugar lo adquirió una familia ibicenca con la idea de explotarla para ganado, pero el paisaje de olivos estaba tan arraigado al entorno que decidiron respetarlo y producir su propio aceite y, más adelante, abrir un alojamiento con su hamman en el que da placer estar. Después de probar la carne que crian en extensivo, un paseo al atardecer por la dehesa es la gran gozada.

 

 

Al caer la noche, con el cielo cubierto de estrellas, podréis disfrutar de una de las experiencias más bellas que nos regalan los pocos cielos que aún se libran de la contaminación lumínica y cuyo valor se multiplica cuando tenéis la oportunidad de disfrutarlo de la mano de Nicolás y Cristina, expertos y grandes divulgadores astronómicos, quienes os orientarán, con la ayuda de sus telescopios, para ubicar las principales constelaciones dentro de la bóveda celeste. "Un increíble viaje en el espacio y en el tiempo para reconstruir el infinito rompecabezas que cuenta nuestra historia (...). El embrujo de la Sierra de Gata aumenta una vez que el sol se acuesta y se encienden las estrellas…", cuenta Nicolas.

 

 

Lado portugués, La Beira. 

 

Al día siguiente, con la calma, atravesaréis la frontera camino de la Aldea Histórica de Sortelha, a tan solo una hora de distancia, entre la Reserva Natural de La Sierra de Malcata y el Parque Natural da Serra da Estrela. En esta aldea-museo apenas viven 12 personas dentro de la muralla y es una de la aldeas que mejor ha sabido preservar su aspecto medieval, amurallada y con un castillo del siglo XIII. Allí han abierto un encantador restaurante Luisa y Rodrigo, una aventura que se llama Cardo Sortelha. El proyecto les ha llevado 2 años de cocción a fuego lento, recuperando muebles y materiales antiguos. Cocina elaborada con productos de la comunidad con el susurro de los fados de fondo y servida en una vajilla de barro confeccionada por la asociación ASTA, que se encarga de dinamizar experiencias turísticas con personas con deficiencias. Un gran referente de Turismo inclusivo.  A Luisa y Rodrigo les rondan en la cabeza proyectos para llevar su encantador restaurante a otra dimensión, entre ellos la puesta en marcha talleres gastronómicos con las vecinas del pueblo

 

 

o Muy cerca, en los Meandros del río Côa, en Sabugal, disfrutaréis de un Baño de Bosque con Tiago para reconectar con la naturaleza y con la serenidad del entorno. Estos paseos son capaces de proporcionar momentos revitalizantes y rejuvenecedores. Así de fácil, dejándose guiar en plena naturaleza.  

 

o Otra experiencia igualmente revitalizante es acompañar a un pastor de la preciosa Sierra da La Estrella en sus quehaceres cotidianos. Seguramente nada que ver con vuestra vida cotidiana y justo eso es lo que atrapa. Visita a una quinta tradicional, ordeño de las cabras, paseo con el rebaño hacia los pastos y colinas que rodean la granja, degustación de productos regionales en un picnic en la finca y al regreso, organización del rebaño en el establo. Listo para pasar la noche y vosotros a descansar a vuestro alojamiento con la sensación de un trabajo bien hecho. 

 

o Visita al centro de recuperación del lince ibérico, que felizmente ha dejado de ser una raza en peligro de extinción. Una misión que ha llevado décadas de esfuerzos compartido entre Portugal y España con un buenísimo resultado.

 

 

La Aldea de Idanha a Velha, pequeña, minúscula.  La antigua ciudad romana junto a la Vía de La Plata mantiene su fortaleza, olivos centenarios, una imponente morera en la plaza donde los vecinos se reunen al atardecer bajo su sombra y una pequeña ermita que servía de apoyo a los peregrinos. Allí, la familia Marrocos rgentó durante el s.XX tierras de labranza y el conjunto de eficicios singulares que conforman la Casa Grande con sus singular estilo "Portugués Suave". Ahora permanece cerrada, sumida en el silencio de la aldea y rodeada de campos. En el único bar de la aldea  Joan y Maria, una pareja de jóvenes que han querido apostar por su pueblo y recuperar el antiguo bar social para que vuelva a servir de centro de reunión a los vecinos del pueblo, prepraran recetas de comida casera con calor humano.

 

 

 

 

 

En una finca a las afueras de Idanha a Velha,  Tiago cuida con mucho mimo una dehesa y un precioso olivar con el que produce su propio aceite. A Tiago le importa el valor estético e histórico del paisaje y la restauración de la agricultura. Patrimonio ambiental, paisajístico y genético. Un entuisasta del entorno y un amante de la arqueología. Su capacidad de observación le ha llevado a desenterrar una villa rústica romana asentada entre los olivos con su propio lagar milenario. Como si el destino se lo tuviera perparado. Escucharle, mientras pasea por la finca es una clase magistral sobre el entorno en todas sus dimensiones. Y ha creado, además, una ruta llamada «Raíces históricas», en la que cuenta la historia de los últimos 2.000 años de ocupación de Idanha a Velha a través de sus árboles, entre ellos, un olivo de 1.630 años (plantado por las manos de un romano) o el fresno del rey Wamba o la vieja morera que remonta a la industria de la seda, ... Es su forma de contar la evolución del lugar a través de la cultura y el paisaje.

 

 

La Aldea de Monsanto parece una ensoñación. Pequeñas casas entre grandes moles de granito. Un lugar insólito con su fortaleza toda poderosa que se alza imponente sobre las llanuras de la Beira, entre las faldas de la sierra de la Garduña y el río Ponsul, y que sirvió de escenario a la serie Juegos de Tronos.  En los años 30 recibió la consideración de la “aldea más portuguesa de Portugal”, galardón por haber sabido conservar la esencia. Desde entonces ha pasado casi un siglo y mantiene su esencia.

 

 

 

Castelo Novo se llega cruzando el riachuelo que baja de la Sierra de Garduña. Otra preciosidad de Aldea Histórica, con linaje aristocratico y su fuente barroca del s.XVIII, mandada construir por el rey  Joao V con el oro de Brasil.

 

 

Y como guinda del pastel, noche en el pequeño hotel que regenta Miguel después de disfrutar de una cena hecha por él mismo con las "Recetas que Cuentan Historias", un  proyecto interesantísimo puesto en marcha por la Asociación Aldeias Históricas para recoger, documentar y probar las recetas tradicionales de cada aldea. Vais a gozar de una experiencia histórico-gastro-cultural única de la mano de vuestro anfitrión, quien os llevará "de compras" visitando varios de los pequeños productores agropecuarios de la zona para recoger los productos locales para la cena. Ellos os contarán historias sobre su cultura y sus vidas en la aldea. Qué mejor manera que conocer un lugar a través de la memoria y vivencias de sus vecinos. De vuelta en el hotel con la cesta de la compra llena, Manuel os enseñará a elaborar una de las recetas tradicionales de Castelo Novo. Y como colofón, la gran cena aderezada con grandes y pequeñas conversaciones. Un momento irrepetible de comunión y de inmersión en un territorio a través de la gastronomía, los encuentros con los vecinos y con vuestro gran anfitrión. 

 

 

 

 

Estas son algunas pinceladas de cómo se puede disfrutar y conocer, con Singular Spain, una región transfronteriza muy particular de la Penísula Ibérica.  Tenemos la certeza de que vais a volver a casa con el alma radiante.